Buscando el Norte



… Si a un perro lo dejan abandonado no tardará mucho en encontrar el camino a casa, si una paloma mensajera emprende un largo vuelo, siempre por muy lejos y por muy desconocido que sea el lugar donde se encuentra, podrá regresar a su palomar y si a mi me meten en una bolsa y me dejan abandonada jamás encontraré el camino a casa … sucede que a diferencia de los animales domésticos y no domésticos y de los (hombres domesticables y no domesticables) muchas de nosotras tenemos un pésimo sentido de la orientación!!

… Aunque en muchas cosas le llevemos la delantera a ellos y aunque tenemos un sexto sentido que ellos no tienen, debemos reconocer que ese sentido no es precisamente el de la orientación, en esa materia ellos nos ganan por lejos … habemos varias que nos perdemos en todas partes, que no nos ubicamos en ningún lado, pero que a nuestra conveniencia preferimos decir que somos ‘desorientadas’ y no ‘desubicadas’ ya que se puede prestar para malas interpretaciones …  Ni idea donde está el norte, ni el este, ni el sur, ni el viejo oeste y por más que digan que el oeste esta hacia el mar y el este hacia la cordillera esa información jamás nos servirá para evitar caminar en círculos cuando uno va a algún lugar … de qué  sirve que una brújula indique dónde está el norte si lo que uno necesita es llegar a casa?

Son Como Las Micros


… Luego de un profundo análisis he llegado a la conclusión de que ellos y las relaciones son como el transporte público, sí, como las micros … a  veces nos pasamos horas esperando el indicado, el que nos deje mas cerca que nuestro destino (que la mayoría de las veces es la felicidad), a veces tenemos suerte y apenas llegamos al paradero pasa y otras nos aburrimos de esperar …

… A veces sucede que nos toca correr atrás de una micro para que no se nos pase, otras la micro está tan llena que ni siquiera tenemos chance de subirnos, otras van tan rápido que ni siquiera tenemos tiempo de conocernos, de mirar y disfrutar el paisaje y otras van tan lento que  nos aburrimos y preferimos bajarnos y llegar caminando a nuestro destino.

… Hay otras menos aventajadas que a medio camino se quedan en pana y sencillamente no dan más y uno se tiene que bajar a empujar y finalmente se tiene que volver a pié. Otras ya han llevado a tantos pasajeros que ya no quedan asientos donde sentarse, que ya han tenido tanto recorrido que ya están a mal traer y a veces por no mirar bien nos subimos a la equivocada ...