… Es innegable que muchas mujeres sufrimos de una debilidad inexplicable por los zapatos, sinceramente no me explico cuál será la causa ni quien es él/la culpable, será el consumismo?, marketing?, lo lindos que pueden llegar a ser? … o será la gran culpable la Candance Bushnell?? El asunto es que yo sostengo a 'pie junto' (o tacones juntos) que tengo más zapatos de los necesito y menos de los que me gustaría tener … y en verano más ampollas de las necesito y aún más de las que puedo soportar!!
… Mis descargos van directamente a la chala, o ‘shala’ según como usted quiera llamarle, sucede que en verano o nos rendimos ante los encantos de un par de chalas o nos quedamos con los pies revenidos y seguimos usando los zapatos que cubren totalmente el pié … sucede que tras el glamour de unas lindas chalas o cualquier tipo de zapatos nuevos hay un montón de ampollas en los pies (de las cuales nadie te advierte) que hacen que cada paso que damos sea una verdadera tortura, hasta que la delicada piel de nuestros pies se digna a ‘acostumbrarse’ y dejan de aparecer esas molestas y dolorosas ampollas por cada una de las correas que toca y que a cada paso quema nuestra piel y que luego se convierte en una fea y poco sexy herida roja que se deja ver cuando usamos otro par de zapatos que no toque la zona afectada … o que en su defecto ocultamos tras un poco sexy y nada glamoroso parche curita que en epoca estival se convierte en un ítem de primera necesidad entre las mujeres, sin duda los parches curitas son el verdadero ‘must’ del verano … y ni hablar de esas chalas que van enganchadas entre los dedos de los pies, no, no y no, esas si que son las peores porque van justo ahí en la zona mas vulnerable, entremedio del dedo gordo, y te dejan una ampolla tan grande y tan dolorosa que da la impresión que jamás se sanará y que duele hasta el alma cuando intentamos llegar a nuestro destino …
… Para ser bella hay que ver estrellas y sólo una mujer sabe lo que duele ser bella, pero tarde o temprano después de muchos sacrificios y después de mucho intentarlo el bendito pie se acostumbra al nuevo zapato y ya podemos caminar, porque como todo en la vida con las chalas hay que ir paso a paso, pero no se ilusionen … el próximo año cuando te vuelvas a poner tus ‘shalas’ tu pié les volverá a hacer ‘la desconocida’ y ahí estarás tú caminando con las piernas bien separadas y tiesas tratando de hacer los menos movimientos posibles y esperanzada en que el pie se digne a aceptar que llegó el verano y que debe acostumbrarse a chala … AMAMOS LOS ZAPATOS PERO ODIAMOS LAS AMPOLLAS Y ESTOY SEGURA QUE A LAS TAPILLAS TAMBIÉN!!
el amor por los zapatos esta presente en todas las mujeres aunque algunas lo nieguen!! es una cosa que no se como te puedo explicar jajajaja
ResponderEliminarsaludos comadre
Su.
Hola!
ResponderEliminarDefinitivamente es un debilidad, en unas más que otras... o depende del tipo de zapato. A mí por oytro lado me encantan los tenis, no soy de usar mucho los tacones xD jee..
Saludos!
ame tu post.
ResponderEliminardefinitivamente
las calles atribuladas, pisadas, grietas imperfección y suciedad dentro de la selva de asfalto, a veces pienso en mis zapatos aun cuando no sean un Manolo Blahnik o unos Ferragano, en plena crisis ya ni desgasto el desliz de la tarjeta.
.. son el objeto de mi afecto
ma que cualquier cosa
de ahi seguira la lenceria..
y las bolsas.